Este recenso de la obra colectiva dirigida por Sébastien Dupont y Hugues Paris pone de relieve la parte de la evanescencia que el adolescente lleva, y ello explorado y explotado por el cine contemporáneo. El adolescente aparece como la expresión de lo que escapa a una comprensión completa. Las diferentes figuras del adolescente puestas en exposición por las obras cinematográficas, atestiguan de un efecto de difractación que no se puede dejar de relacionar con la experiencia pulsional tal como se impone al sujeto.
La existencia de Michael Jackson, se aparenta a un largo one man show que se acaba cuando apenas tenía cincuenta años ¿ Que habrá podido representar, en primer lugar para él mismo, esta adolescencia de star a la cual fue invitado ? En efecto, simultáneamente las transformaciones físicas de la pubertad van a ser para él generadoras de angustias masivas, responsables de ataques virulentos y renovados hacia su propio cuerpo hasta el punto de producir una verdadera desestructuración de su apariencia física. La imposibilidad de asumir los elementos inherentes al proceso púbertario fue de una manera parcialmente contrabalanceado por el valor sublimatorio de su creatividad artística. Asi el moonwalk verdadera imprenta del artista que es una expresión actuada y con performancia, podría ser la traducción de un escenario fantasmático estrechamente vinculado al traumatismo de la pubertad y de la castración maternal. El recurso a un fenómeno de « extimidad » de la realidad interna habría logrado producir una actualización sublimada de sus fantasmas y así transfigurarlos en el centro de su creación estética.
Michael Jackson, se ha vuelto a lo largo de su carrera, un icono planetario de la música pop. Su carrera y sobre todo lo que ha mostrado en sus video-clips nos permite de poner en evidencia dos aspectos centrales, para ilustrar el impase de la elaboración del proceso adolescente sobre un fondo de fracaso de la integración del cuerpo genital : el fracaso de el encuentro sexuado sobre un fondo de fobia a las mujeres y la fetichización del cuerpo a través de la elección de órganos aislados como una manera de mantener un cuerpo infantil omnipotente y articulado a la denegación de la castración.
Michael Jackson, figura un adolescente eternal, pone en escena la individualización difícil, e inaccesible. Sus metamorfosis, se hacen el eco de sus transformaciones psíquicas y físicas de los jóvenes púberes. Su mito que está fuertemente impregnado de rupturas genealógicas evoca un personaje que esta bajo el dominio de un poderoso deseo de auto engendramiento. Su polimorfismo maximiza las posibilidades de identificación de los adolescentes, y su genio de imponerse en los medias, influye y favoriza su apropiación sobre el modelo de la reivindicación social. Su capacidad a encarnar el poder lo plaza como un formidable soporte de proyección, haciéndose eco de los deseos narcisiscos de los jóvenes.
Analizando el clip de thriller de Michael Jackson, proponemos una discusión de la metamorfosis adolescente. A través de una extraordinaria ficción de si, y ello a través de una relación de referencias cinematográficas al mito y a la ciencia ficción. Jackson demuestra en un gesto post-moderno y transgresivo, la inanidad de las oposiciones hombre-mujer, ángel-demonio, hombre-animal, vivo-muerto, realidad-ficción – tantos pares que él hace que se desorganice el poder de estructuración. ¿ Qué decir de un cuerpo donde la ficción primera parece ser la de pasar de transformación en transformación de metamorfosearse siempre en nuevos personajes heroicos que sobrepasan el límite, para jugar la metamorfosis adolescente que aquí es marcada por una negatividad trágica ?
El otro humano adulto, retoma la conceptualización trabajada hasta ahora del « sujeto parental de transferencia », el representa la adultez que refleja el dominio del segundo tópico. Su humanidad, exprime su motivación para participar al proceso pubertario en curso de sublimación. Así puede ayudar a la interpretación por lo infantil que esta desde ya ahí en el pubertario innovador y la creación subjetal adolescente. Esta proximidad del vínculo no es sin peligro.
La angustia de culpabilidad, tal como lo ha mostrado Freud en 1916, puede estar al origen de comportamientos transgresivos. El pasaje al acto delictivo, diferente por su dinámica intra-psíquica del recurso al acto, se inscribe plenamente en la hipótesis freudiana. La adolescencia puede suscitar la emergencia de un sentimiento de culpabilidad difusa y angustiante que permite de comprender la recrudescencia de transgresiones en este periodo de la vida. Dos ámbitos de comprensión pueden ser considerados simultáneamente : el sentimiento de culpabilidad generado por los fantasmas de parricidio ; pero también la necesidad de castigo como equivalente simbólico de sumisión homosexual al padre, susceptible de conferir su masculinidad al hijo.
A partir de un caso de cura por desordenes obsesiónales, y a través los intercambios de los terapeutas durante un seminario de psicoterapia de la adolescencia, se trata de señalar lo que implica la cuestión de la conquista de la identidad y el problema de la homosexualidad durante la adolescencia. El fantasma de la lanza « En referencia a la figura religiosa identificatoria de san Gorge », permite de organizar las elaboraciones teóricas y clínicas.
Es clásico de atribuir los actos humanos violentos y excesivos que se producen regularmente sobre la escena privada o publica al desencadenamiento de las pulsiones agresivas : invocamos entonces, la fragilidad de las instancias del super-ego que no han jugado su función. Freud se refiere regularmente a ese esquema a partir del segundo tópico, y el inspira la mayor parte de modelos educativos en vigor. Sin embargo, ocurre que los ideales que deben controlar las pulsiones dan lugar ellos mismos a la emergencia de pasajes al acto de naturaleza violenta. En esos casos, hay una idealización sin sublimación, y el ideal que se halla en el centro de la idealización se halla deseado por el mismo. En lugar de ser el vector del deseo que conduce a la sublimación, el concentra la energía pulsional y la libera de una manera explosiva. Es por ello que un análisis profundo de los ideales se impone para poner en evidencia los elementos de esta explosión y la manera de desactivarla.
La exaltación adolescente frente a su ídolo, será considerado como un momento puramente religioso. Para comprender las repercusiones psíquicas de este fenómeno social, el autor propone de pensar sus coordenadas metapsicológicas y su función a partir de la escena del « Hilflosigkeit » – matriz de representaciones religiosas. El ídolo será tratado como esta imagen perceptiva que satura la mirada ; anulando así el punto ciego que instaura la percepción a parir de un punto de carencia (la Cosa). Paradójicamente esta pasión por el ídolo se descubre como una defensa contra el deseo. Esta lectura permitirá una mejor comprensión de la estrategia inédita de la religión monoteísta judía hacia la idolatría – aquella de la de-totalización de esta figura que no soporta la carencia. Finalmente, para comprender en que el ídolo es un fenómeno específico de la adolescencia, el autor propone una relectura de la idea de trauma sexual que el momento adolescente nos deja ver.
Adolescence, 2013, T. 31, n°4, pp. 885-896.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7