Las intervenciones sobre la piel, son tentativas de reorganización de las fronteras entre dentro y fuera, un útil para avanzar en el paso delicado hacia la vida de hombre o de mujer. Peinado, piel (maquillaje, tatuaje, piercing, cirugía estética) o trajes. Cada joven este sobre informado sobre los looks posibles y la manera en que estos son percibidos por los otros. Las tentativas de control de la imagen de si como por ejemplo las escarificaciones es una voluntad de escaparse de una identidad intolerable.
Interventions involving the skin are attempts to redraw the boundaries between inside and outside; they act as a tool for getting through the delicate passage to manhood or womanhood. Hairstyle, skin (make-up, tattoos, piercings, cosmetic surgery) and clothes – every youngster is over-informed about possible looks and how other people will receive them. Such attempts to control one’s self-image or to alter it (through scarification, for example) express the adolescent’s wish to escape from an intolerable identity.
Les interventions sur la peau sont des tentatives de remaniement des frontières entre dehors et dedans, un outil de franchissement d’un passage délicat vers l’âge d’homme ou de femme. Coiffure, peau (maquillage, tatouages, piercings, chirurgie esthétique), ou vêtements, chaque jeune est surinformé sur les looks possibles et sur leur réception par les autres. Tentatives de contrôle de l’image de soi ou dans les scarifications par exemple, volonté d’échapper à une identité intolérable.
Los jóvenes asesinos de los establecimientos escolares están lejos de responder aun estilo psicológico común, los unos son descritos como sociables y los otros como solitarios. Algunos viven en sus familias unidas y otros en familias de divorciados o separados. Un conjunto de rasgos sociológicos los reúne : el cumplimiento de un rito de virilidad cuando ninguna otra cosa los valoriza, la imposibilidad de identificarse a los otros y un odio desmedido que toma el lugar de la afiliación al mundo.
La piel para lo mejor o para lo epor, es un instrumento de fábrica de la identidad, de manera lúdica, por medio de los tatuajes o los percings, o de manera mas dolorosa ; a traves de las escarificaciones.
Por medio del sacrificio de una parcela de sí en el dolor y la sangre, el individuo, se esfuerza de salvar lo esencial. Inflingiendose un dolor controlado el sujeto lucha contra un sufrimiento infinitamente mas pesado. Salvar el bosque implica de sacrificar una parte. Así mismo, para continuar a vivir a veces hay que hacerse mal para luchar contra el dolor.
La cultura de los pares remplaza hoy en día la de los padres, la transmision és remplazada por la imitación. Se trata de estar a la altura de la mirada de los otros aquellos de su clase de edad, asi mismo si ello implica pelearse con sus padres. Uno de los terrores del patio de recreación de los colegios o de los liceos es de pasar por un « bufon » y no tener la aprobación del grupo y ello a causa de una reculada delante de un desafío o por el hecho de no arboarar la buena « marca » de vestido o de zapatos. La estima de sí no viene más de la adhesión a los valores unánimes que estructuran el vínculo social, puesto que no se alimenta más en el espejo de los mayores o de los ancestros si no en el de los pares. La necesidad de representación se encuentra en el caso de los chicos y de las chicas pero de maneras diferentes.
A la adolescencia el cuerpo se convierte en una superficie de proyección cuya apariencia hay que controlar y ello adornandola, disimulandola, maltratandola, etc. La existencia és una historia de piel un asunto de frontera entre lo de adentro y lo de afuera. La primera envoltura del cuerpo lleva el sufrimiento a la superficie de sí. Allá dónde se vuelve visible y controlable. Ella es un acto de paso mas que un pasaje por el acto .
La ley paternal, fundada sobre lo prohibido cede a una presencia maternal orientada más que nada sobre la confianza y propicia al hedonismo. La adolescencia contemporánea, es un mundo marcado por la madre por la ausencia de límites, es regresivo. La inquietud de perder la cara de sentir la vergüenza o la responsabilidad frente a los contemporáneos no esta mas al orden del día. Al contrario, los adeptos del Jackass o del happy slapping son perfectas ilustraciones de un individualismo contemporáneo y de la indiferencia al otro. El yo esta sin el otro a quién podría rendir cuentas.
La blancura es una forma de dimisión de si una voluntad de eclipsarse de una existencia que no esta más ahí que por una suerte de pesadez. La indiferencia a si mismo, suscita la exposición a un peligro que no es mas percibido como tal puesto que en realidad el joven no se habita mas en si mismo. Es una forma inconciente de una voluntad quizás no de morir si no de no estar mas ahí. Ella atestigua de la imposibilidad de ser un individuo y de investirse como sujeto de su existencia. Las técnicas de blancura son tentativas de desbarasarse de si mismo para no soportar más la presión de una identidad intolerable.
The skin is, for better or worse, an instrument for constructing identity, playfully, through tattoos or piercing, or more painfully, through scarification. By painfully sacrificing a part of oneself, blood, the individual strives to save what is essential. By inflicting a controlled pain on himself, he fights against suffering that is infinitely worse. In order to save the forest, it is necessary to sacrifice one part of it. In the same way, if one is to get on with one’s life, one must sometimes hurt oneself as a way of combating distress.
Revue trimestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines