La evolución de psicosis delirantes agudas hacia la esquizofrenia está lejos de ser importante y representa en todo caso una minoria de casos. Sin embargo es indispensable de ocuparse y de tratar todo episodio delirante agudo durante los dos años que siguen el amejoramiento sintomático. El seguimiento especializado, permite de proseguir la observación y la evaluación del paciente y precisar el diagnóstico que puede ser el de un desórden del humor.