La adolescencia, categoría reciente propia al mundo occidental, tiende a desolidarizarse de la pubertad como un evento fisiológico universal. No es tanto la desaparición de los ritos que está en juego sino mas bien, el abandono del vinculo de solidaridad entre el fenómeno de la pubertad y de la designación – pero también, el tratamiento – social de la adolescencia. A partir del ejemplo de prácticas de escarificaciones durante la adolescencia, quisiera proponer la hipótesis de una aumentación de actos-síntomas que se alimentan de esta separación y paradoxalmente tienden a la vez a reducirlas – es decir a re instalar un reconocimiento de identidad intimo y social de las formas de alteridad comenzadas por la pubertad – pero también – juntas rechazar esas mismas formas de alteridad.
Gesto signifcativo en las representaciones sociales y artísticas, el beso constituye un de los iconos de la modernidad. A partir de las entrevistas de exploración y de un cuestionario prpouesto a los de estudiantes universitarios del Quebec Y de la Suiza Normanda. La plaza y la significación del primer beso durante la adolescencia han sido tratados. Los datos sugieren un conjunto de contextos (besar-juego o iniciación) determinados sobre la experimentación y la exploración de técnicas.
Sin embargo, los factores nacionales parecen intervenir en cuanto a la modulación de la plaza del beso en los escenarios sexuales, contribuyendo al desarrollo psicosexual.
Los ritos de iniciación son característicos de la adolescencia y entre los más organizados que existen, ponen en juego el cuerpo y todo lo relacionado con la sexualidad. Los ritos corresponden a una habilitación de las amenazas que pesan sobre un individuo y sobre un grupo. Son hechos para apoyar a la persona e integrarla en el mundo de los adoults. Deben, por su propia ambigüedad responder a esta situación paradójica, siendo ellos mismos los que pidan lo que en realidad los otros imponen. Permiten una co-creación por el grupo y el individuo de un espacio común de mediación. Evitan así la potencial violencia de la confrontación narcisista de los territorios. Se expresan por el actuar pero dan el paso a una confianza compartida, fundamento de la simbolización.
La confirmación, forma conjuntamente que el bautizo y la eucaristía uno de los tres sacramentos de la iniciación cristiana para la religión católica. A través de los caminos de un adolescente en psicoterapia, la noción de rito es interrogada en su articulación con el proceso adolescente. De una parte, la confirmación ejerce una función simbólica por la referencia al espíritu santo con los gestos y las palabras que inscriben al sujeto adolescente en una comunidad. Ella marca una evolución en la fé. Ella permite una cierta apropiación de la subjetivacion adolescente en los cuestionamientos alrededor de la identidad, de la paradoja de la vida y la muerte. Ella favorita la filiación por la diferencia de generaciones, ella aporta un sostén para los representantes quienes transmiten una herencia. Ella propone nuevas responsabilidades. De otro lado ella no considera las trasformaciones de la pubertad como integración de un cuerpo sexual y ella parece quedarse en un registro de la idealización.
A la adolescencia el cuerpo es central. Las problemáticas ordaliques lo(la) exponen, hasta coquetear a la muerte. El cuerpo es dirigido. Revela la historia de los rastros de antiguos vividos traumáticos y restos de vivido de ambigüedad. El análisis de estos rastros-restos pone en evidencia la tela de una fantasmal de vida-muerte que estructura y organiza la organización psíquica de estos sujetos. La naturaleza de este fantasmal esta oriunda y decae bajo estas dos formas mayores : el fantasma de mono engendramiento, el fantasma de regreso al matricial.
El rito es un objeto de encuentro de los campos de la antropología y del psicoanálisis. Estaremos atentos a significar lo que les diferencia del hábito y de la repetición. El rito es un pasaje y una experiencia. Si es un rito de pasaje, entonces ello permite un cambio de alteridad y también de vincular el sujeto a la ley sexual y a la mitología colectiva. El adolescente occidental que tiende a generalizarse en el mundo entero desarrolla nuevos ritos y tendencias y a medida que las leyes simbólicas entre rito y mito se separan el autor interroga sobre las funciones psicológicas de la ritualidad a la adolescencia.
La adolescencia muy a menudo es considerada como un pasaje. En todas las culturas hay maneras de regular y conducir las dificultades de paso de un estatuto a otro – en el pasaje adolescente – sin mucha angustia para los novicios y para los adultos que ya han sido iniciados. En nuestras sociedades dichas modernas, complejas y mestizas el riesgo mas grande para los adolescentes es el de perderse y de quedarse marginalizados. Quisiéramos clarificar la noción de ritos de pasaje y evocar la definición y las funciones a partir de los aportes de A. Van Gennep.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7