Archives de catégorie : ESP – Sexulités et SIDA – 1999 T. 17 n°2

laufer M. : ¿maltrato sexual o estructura delirante ? del adolescente al joven adulto

El autor describe aquí la cura de una paciente adolescente que dice haber sido víctima durante la niñez de abuso sexual por parte de su padre. En el transcurso de la cura, el analista empezó a dudar de la veracidad de esos recuerdos. A medida que el tratamiento avanzaba, el analista tuvo la impresión de que las respuestas de la paciente a sus interpretaciones remitían cada vez más a una estructura delirante. Cuando la paciente sintió que el analista tenía dudas al respecto, o que no estaba de su lado, interrumpió bruscamente la cura. Siguió siendo desde entonces una joven sumamente vulnerable. La estructura delirante contenía la necesidad sexual de destruir toda potencialidad de poder masculino ; para la paciente, representaba el mecanismo de defensa que resultaba indispensable implementar para combatir su propio deseo hacia la madre edípica, quien había dejado efectivamente a la paciente para contraer nuevas nupcias.

deswaene B. : adolescencia y catástrofe

La adolescencia constituye una temporalidad específica que trastoca el desarrollo ontogenético del ser. En ese sentido, representa una catástrofe morfogenética que requiere ser asimilada por el sujeto. Como etapa estructuralmente fundamental en el plano psíquico, esta catástrofe toma en cuenta las experiencias y los puntos de ruptura anteriores. No obstante, sufrimiento no rima sistemáticamente con ruptura o crisis, aun cuando se le atribuye generalmente un carácter mortífero. El encuentro previo y precoz con lo sexual en el marco de un atentado sexual ocurrido durante el periodo de latencia modifica el desarrollo clásico del equilibrio psíquico. Desde un punto de vista social, esta experiencia vivida inicial abre paso a una percepción específica de naturaleza catastrófica e inscribe casi siempre la vivencia dentro de una visión destructora, modificando así el conjunto de elementos que constituyen la estabilidad psíquica del sujeto. Sin embargo, la apropiación de esa experiencia de lo sexual como experiencia de vida no ha de ser concebida como un obstáculo ni como un proceso de involución de la evolución psíquica, sino como una etapa que necesita ser tomada en cuenta en el desarrollo sucesivo de las catástrofes inscritas en la ontogénesis humana. De ahí que esta etapa connote de manera tan específica la fase de la adolescencia, la cual constituye un tiempo singular en la revelación del atentado sexual. Dicha revelación se convertiría entonces en un momento de personalización por el sujeto de aquello que representa para él una catástrofe íntima

thiaudière c. : los usos de la adolescencia. reducir el desorden de la epidemia

Habiendo comprobado la considerable magnitud otorgada a la prevención del sida dirigida a los adolescentes y a los jóvenes, pese a que la epidemia atañe poco a esas categorías de población, el autor desarrolla una reflexión sobre la complejidad de las representaciones sociales que asocian al sida con la adolescencia, a partir del postulado según el cual tales categorías son el resultado de un “ trabajo ” de las instituciones sociales. Así, al desarrollar un discurso preventivo en torno al sida, dirigidos a esas categorías, se integra al sida dentro de un discurso consensual, en lugar de hablar en nombre de categorías marginales (homosexuales, toxicómanos, emigrantes provenientes de África). Al dirigirse a esas dos categorías, se ponen en juego modelos de función social (la institución biográfica en el caso de la adolescencia, el grupo territorial en el caso de la juventud). Esta lectura de la acción de prevención saca a la luz la escisión política subyacente : por un lado, los adolescentes que deben ser protegidos de los riegos asociados con el sida ; por el otro, la juventud, que debe ser protegida de los riesgos que el sida hace correr a la sociedad

hefez s. :adolescencia y sida. la imposible transmisión

La mayoría de las interrogantes formuladas por los adolescentes seropositivos que participan en nuestro grupo de palabra atañe al secreto que envuelve las contaminaciones. Este secreto genera escisiones y rechazos que protegen en un primer momento tanto al adolescente como a la familia en su conjunto. Sin embargo, cobra rápidamente un poder de atracción que aspira las cargas emocionales, estructurando así un polo hacia el cual convergen las resistencias del discurso, y que cristaliza el dispositivo de defensa en una figura organizadora de repetición y de homeostasia. Los mecanismos de la denegación y de su transmisión han sido ampliamente estudiados en el plano transgeneracional. Empero, las situaciones de grupo o de entrevista familiar nos invitan a prestar atención a otro tipo de mecanismos, es decir, a las formaciones y los procesos psíquicos implicados en las dinámicas intergeneracionales

weil-halpern f. : devenir adolescente dentro de una familia afectada por el vih

La irrupción del VIH en el campo pediátrico trastorna la vida y el porvenir de una familia. En efecto, va a contracorriente de los avances realizados en el ámbito de los conocimientos sobre las consecuencias de las separaciones, la enfermedad, la muerte de un niño o de los padres. Nos obliga a reconsiderar nociones relacionadas con el concepto de vida, tales como : deseo de tener hijos, dar la vida, criar, proteger, guiar, mantener en vida, ayudar a vivir y a morir. La madre, uno de los hijos, en ocasiones el padre… libran una batalla sin cuartel contra la enfermedad, la discriminación, el aislamiento, el secreto, el sufrimiento, el miedo a morir. Ante semejante sismo, la autora se interroga en torno a los sentimientos y al devenir de los jóvenes (infectados o no) durante la adolescencia. Mediante historias de hijos e hijas, la autora intenta ilustrar su trágico destino. ¿Cómo sobreviven a la hecatombe ? ¿Cómo se elabora –si acaso se elabora– el trabajo de duelo ? ¿Qué recuerdos conservan, qué recuerdos se les autoriza a conservar de su madre, de su padre ? ¿Qué historia habrán de construir ? ¿Qué ocurre con la culpa ? Estas preguntas no siempre hallan respuesta, máxime que los recientes avances en el ámbito terapéutico han introducido cambios que brindan a la vez esperanza y sufrimiento